Concentrado de caldo vegetal hecho en casa, que permite hacer sopas y guisos sin esfuerzo. Es muy fácil de preparar y da muy buen resultado. Además, dura hasta dos semanas en la nevera y se puede congelar.
Cuando me diagnosticaron celiaquía me vi obligada a dejar de utilizar un montón de productos. Uno de los que cayeron fueron las las pastillas de caldo concentrado. Gluten aparte, lo cierto es que estos concentrados, en pastilla o polvo tienen mucha sal y además llevan glutamato monosódico, el famoso E621. Este producto es un potenciador de sabor que consigue, entre otras cosas, que queramos comer más. Pero incluso aunque no lleven este desagradable producto, no dejan de ser ultraprocesados que no necesitimos en nuestra cocina.
Hacía tiempo que tenía ganas de probar el caldo concentrado casero y fue el momento idóneo. Ahora se ha convertido en un imprescindible, tanto para sopas como para todo tipo de guisos que necesiten un refuerzo de sabor. Espero que a vosotros también os dé tan buen resultado.
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Ingredientes:
- 120grs de sal gruesa de buena calidad
- Un par (300grs) de calabacines medianos
- Un par (300grs) de zanahorias gorditas (peladas si no son de cultivo biológico)
- Un cebolla grande
- Tres o cuatro (300grs) tomates
- Unas ramas de apio
- 4 puerros.
Se pueden añadir: hojas y troncos de coliflor, la parte gruesa de la col, partes verdes de los puerros, bien limpios (si son de cultivo biológico) y otros restos de verduras.
Estas son las hojas de una coliflor morada.
Elaboración:
Cortar las verduras a trozos gruesos y disponerlas por capas en una olla a presión o normal.
Añadir la sal por encima de las verduras y mezclar un poco. NO ponemos agua, se cocerá con el agua de las verduras
Tapar la olla y llevar a hervor. Mantener a fuego medio 20 minutos si es en olla a presión y 35 minutos si es olla normal.
Dejar salir el vapor y destapar con cuidado. Es mejor dejar enfriar un rato antes de manipularlo.
Cuando esté frío pasarlo a una batidora o batirlo con una batidora de brazo.
Debe quedar una textura de puré de verduras.
¡Y ya está listo! Ahora lo ponemos en un bote de cristal (dura dos semanas en la nevera), en moldes para hacer cubitos de hielo para tenerlo en pequeñas porciones o en tuppers de raciones para el congelador. Yo siempre tengo cubitos en el congelador y lo uso para añadir a mis guisos, preparar sopas y cremas y para hacer caldo si una receta me lo pide.
Que lo disfrutéis!
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