El pan es una alimento que nos ha acompañado desde el inicio del cultivo de cereales. Pero, ¿qué pasa si no podemos tomar gluten?.
Aunque el levado y la fermentación de la masa se producen gracias a esta molécula que no está en los no-cereales que comemos los celíacos, igualmente, podemos hacer una buena cantidad de panes de distintos tipos, tan ricos y a veces tan esponjosos como los demás.
Normalmente el pan sin gluten está hecho de arroz y maíz (sobre todo los industriales), pero se puede preparar con otras harinas como la de trigo sarraceno (incluso germinado o fermentado). En estos casos, se convierte en un alimento muy saludable y nutritivo.
A mí el siempre me han gustado los panes con semillas y cereales «raros», y sobre todo, crujiente (más de corteza que miga). Y desde que no tomo gluten, he encontrado muchas posibilidades nuevas de pan sin gluten variado y delicioso.
En las dietas «low carb» este alimento es una de las cosas más conflictivas, pero se puede conseguir muy buen resultado haciendo panes de almendra o coco. También los crackers o tostadas son buenas opciones si queremos hacer hacerlos sin gluten y quedan deliciosos. La variedad es muy amplia; de semillas, de harina de garbanzo, etc.